Por derecho y meritos propios L. Einaudi se ha ganado el respeto de un público extenso alrededor del mundo. Muchos pueden pensar que la música clásica dejó de aportar novedades con la muerte de los grandes como Beethoven, Pachebell, Wagner y tantos otros que alzaron este estilo a como lo conocemos hoy. Lo cierto es que Einaudi, con una vocación espeluznante al piano ha traído aire fresco a un estilo que solo se retroalimentaba de viejas glorias.
Nacido en Turín, Italia, este mago del piano ha sido capaz de reinventarlo todo y sacar a flote para gozo y disfrute de los que le seguimos la friolera de 12 trabajos de estudio, y no sabría especificar cuantos más entre sintonías para TV, cine; Orquestas y música de cámara, con los cuales ha viajado alrededor del mundo. Música para meditar, música para soñar, para suicidarse o para viajar a lugares que nunca podremos alcanzar materialmente, eso es lo que consigue con su genial discografía.
Su trabajo más destacable, por decir uno y es mi humilde opinión sin duda se titula. "Una mattina" donde ha conseguido frases con las notas que vienen después de la clave de sol.
La música clásica no ha muerto.
Les dejo uno de sus mayores éxitos, no tiene desperdicio.
Este me ha gustado más que la canción esa Osoriesca de la semana que has colgado,intentaré escuchar más cosas de él.
ResponderEliminar¿También es el inventor de la tratamiento Ludovico de la naranja mecánica? Menudo cabronazo.
xD
Queria decir "el" tratamiento, que me ha quedado muy Cruyff xD
ResponderEliminarLa música clásica es pera viejos.
ResponderEliminarEse es el peor error que cometeis los necios Ricard.
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